Observaba sus manos, manos
envejecidas y cansadas después de una larga vida de luchas, tanto bélicas como
políticas.
Había nacido hacía ya muchísimas
lunas, tantas que su memoria no lograba recordar. El día en que sus padres,
aristócratas bereberes le habían dado el nombre de Dahia, un nombre que ya
nadie utilizaba para dirigirse a ella desde que comenzó a encabezar la
resistencia del pueblo bereber contra el Imperio Musulmán de los Omeyas de
Damasco.
Haimas bereberes
Obligación que había adquirido
después de la muerte de Kusaila antiguo jefe de los bereberes sanhaya.
Los árabes la habían apodado
AL-KAHINA, que en su idioma significaba la sacerdotisa o la hechicera, llegando
a transformarla en una leyenda viva, donde le otorgaban poderes como el de la
clarividencia, la adivinación y la hechicería.
Sentada en la parte más alta de
su campamento y viendo salir al Astro Rey en el horizonte, sabía que ese día
sería el último que pasaría encima de la tierra, pero podía estar tranquila, ya
que había dejado todos los preparativos bien atados para cuando fuera la hora
de partir hacia su último viaje en busca de sus ancestros.
Pintura de Dahia AL-KAHINA, la reina sacerdotisa
A ella no le ocurriría lo que a
Kusaila, no moriría sin dejar un legado. Muerto en la Batalla de Mamma en el
año 688 a
manos del general Omeya Kays ibn Zuhain sin dejar ningún plan, sin pensar en el
futuro de su pueblo. Después de aquel hecho es cuando comenzó la leyenda y el
mandato de la AL-KAHINA.
Su poder le había llegado a una
edad tardía, superaba los 60 años, tenía tres hijos y era viuda, pero la edad física
nunca había ido reñida con su espíritu combativo, ni con las ganas de proteger
a su gente, a los beréberes zenata y a todo el Magreb.
Recordaba las victorias obtenidas
contra los todo poderosos Omeyas, en 689 en Nini, seguida de la de Meskiana,
donde incluso llegó a hostigar y perseguir a los musulmanes hasta la provincia
de Cirenaica (actual Libia). En ocasiones pensaba que tendría que haber sido más
agresiva y no haberlos dejado escapar con vida.
Imperio Omeya en su máxima extensión
Después de esas grandes
victorias, que le granjearon su mito, ella y su pueblo retornaron al territorio
de Aurés su tierra natal. Aunque en esta ocasión en el viaje de vuelta llevaba
consigo a un esclavo musulmán al que había adoptado como hijo, y de nombre Jâlid
ibn Yâzid que durante años fue un espía encubierto de los Omeyas.
Las cosas se habían vuelto
preocupantes en el año 698, cuando los musulmanes consiguieron arrebatar a los
bizantinos la gran ciudad de Cartago. La reina supo que a partir de ese momento
ya no habría marcha atrás, y decidió emprender una táctica de tierra quemada en
sus tierras. La gran mayoría de sus agricultores se negaron, y la dejaron de
lado acercándose a la órbita del Imperio Omeya. Desde entonces las defecciones
fueron muchas, incluidas las de sus dos propios hijos, en este caso obligados por
la propia Reina-Sacerdotisa, para sí poder salvarlos de lo que estaba por
venir.
Abrazaron el Islam, y de este
modo conseguirían vivir en el nuevo mundo que se acercaba.
El Sol se alzaba lentamente ante
sus ojos, Dahia se levantó, miró aquellas tierras cercanas a Biskra (Argelia)
por última vez y caminó hacia el centro del campamento donde descansaba su
ejército para encabezar por última vez a los beréberes preislámicos.
Actual Biskra en el país de Argelia (Magreb)
Como conclusión, debemos aclarar
que no sabemos la fecha exacta de su muerte, ni como murió realmente. Algunos
especialistas dicen que fue en combate (la gran mayoría), otros que fue
envenenada, y otros que decapitada y su cabeza enviada al califa del Imperio
Omeya. Sea como fuere, lo que si podemos comentar como algo cierto es que hoy día
aun existe un lugar denominado Bi'r al-Kāhina (Oasis de la Sacerdotisa) en
memoria de la valiente Reina-Sacerdotisa de los beréberes.
En lo referente a su descendencia,
gracias a su transformación al Islam, sus hijos ocuparon cargos de importancia
en la zona del Magreb islámico.
Dahia AL-KAHINA, fue un personaje
importante de su época. Una mujer fuerte, valiente, inteligente y bella en su
juventud, que supo gobernar y proteger a su pueblo. Aunque la historia haya
querido soterrarla en siglos de historia religiosa y masculina.
Que grandeza de mujer!!!...Es una hermosa historia.
ResponderEliminarSí, una mujer con mucha fuerza y valentía, como tantas que ha habido en la historia de la humanidad.
EliminarQue bonita historia, agradezco que la compartas al mundo.
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